LOS DESEOS NO PREÑAN

3 04 2007

Abraham Lincoln contaba este cuento: “Si tomase una decisión y los resultados de ella fuesen malos, aunque luego viniesen tres ángeles a defenderme y a decir que mi decisión fue correcta, el resultado seguiría estando mal”. Cualquier gobierno pude tener buenas intenciones pero eso no es suficiente.  

Empecemos con los afanes de mejorar la agricultura. El gobierno reparte tierras a campesinos y cooperativas, les da equipos, insumos , apoyo financiero y técnico. Cualquiera que en Venezuela  tenga canas puede recordar la reforma agraria de los adecos en sus primeros gobiernos. Se la calcaron y sabemos, lamentablemente, sus resultados: un gran fracaso. La razón fue luego evidente, un gobierno que se autonombró gerente de una actividad que no conocía y además la quiso controlar a punta de decretos y ataduras.En su entusiasmo por apoyar a los  trabajadores y enderezar entuertos, las buenas intenciones del gobierno le han hecho intervenir muchas empresas quebradas y asumir su operación. Si bien esto campea en lo mejor del heroísmo romántico, también es cierto que las pérdidas de todas esas empresas las estamos pagando nosotros, y, sin siquiera habernos pedido permiso.Para protegernos de una posible invasión de los Estados Unidos, los bien intencionados estrategas del gobierno han comprado un pocotón de armas. Sin embargo la realidad es que si dedicásemos todo el presupuesto nacional a armarnos, la enorme desigualdad militar con los gringos es tal que se parece a la del tipo con dos ametralladoras y cinco granadas, frente a nosotros  amenazándole con un palillo de dientes.Para ayudar a la gente pobre en su salud se inventó la misión barrio adentro. Buena voluntad sin duda, pero el precio ha sido muy alto. Desprecio a nuestros médicos, olvido de todo  lo existente y abrirles las puertas a un País cárcel, del cual muy poco queremos copiar. Nuestro máximo líder (así  llaman también a Fidel) se empeña en insultar a los capitalistas para con sus buenas intenciones protegernos de esos tipos.  Critica a los Estados Unidos pero no deja de enviarles  petróleo todos los días. Muchos chavistas se preguntan  porqué se le vende crudo al enemigo.Las buenas intenciones no sirven  a menos que estén acompañadas de acciones inteligentes. Todo el mundo occidental ha encontrado en la libertad de empresa el camino para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Pero para los de pensamiento comunista la libre empresa es, precisamente, lo primero que hay que aniquilar.Las buenas intenciones de Marx están aún presentes, aunque su práctica, de décadas, ha mostrado que es mejor colocarlo como antigualla de interés histórico.Nuestro gobierno camina con un intenso tufo marxista y recitando largos poemas de buenos deseos. Probado está que con el marxismo solo se logra un gobierno tiránico, mucha pobreza y, lo peor, un tremendo lavado colectivo de cerebro que llega a aceptar la miseria como culpa externa y deja de confrontar para  convertirse en un indefenso esclavo. Muchas promesas, muchos buenos deseos, pocos resultados. El boleto de ida de Chávez


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