YO NO FUI

3 04 2007

            Curiosa cosa sucede en Venezuela, mientras las encuestas dicen que los Ministros son remalos y los resultados  en la solución de los problemas  pésimos, Chávez no sale tan mal parado en las encuestas y mantiene (aunque viene en picada) un buen margen de aceptación . Cómo se explica que la cosa esté mal pero que el responsable y cabeza del equipo quede perdonado?. Algunos dicen que la gente ve a Chávez como a un hombre de buena voluntad y que quiere hacer pero no le ayudan, pues se equivocan. Se trata de todo un sistema finamente diseñado  para que la imagen del presidente se mantenga lo mejor posible.

            Por una parte  emociona a los oportunistas que tienen la posibilidad de pegarse a la teta de cualquier presupuesto nacional ó regional. Se crea a su alrededor una maraña de contactos e influencias que explotan las necesidades de muchos a cambio de sumisión, pero esto no tiene mucho de nuevo. La principal estrategia fue dividir la sociedad Venezolana en dos.  La división permite compactar  los grupos y evitar la deslealtad. Los que están con Chávez están sometidos a dos fuerzas, una, la dulce, la de recibir los gratuitos favores del gobierno y la sensación de que son los buenos y protegidos, la otra, la amarga,  la del peligro y miedo a abandonar el grupo y volverse un perverso escuálido con la triple consecuencia de ser tildado de traidor, perder las prebendas y hasta ser mal recibido por la oposición . Otra artimaña infame es la omisión voluntaria y permanente, por parte Chávez, de hablar de la delincuencia. Un País como Venezuela de 40 muertos por día en actos delictivos y un hampa que bate todos los records mundiales, supone un grupo , junto a sus familiares y amigos, nada despreciable, pero que, Chávez, nunca menciona. La razón es simple, si los atacase, aunque solo fuese verbalmente, los  delincuentes vendrían a ser  enemigos y pasarían, en un solo golpe de imaginación, al grupo de los escuálidos.

            La otra arma que emplea Chávez, para mantenerse lejos de los fracasos, es su programa Aló Presidente. En verbo sencillo y cercano a su público objetivo, Chávez maneja la información no conveniente con un guión ya establecido.  Razona primero, culpa a alguien, anuncia su reemplazo o un plan especial que “acabo de ordenar” para solucionar el problema. Regaña a sus asesores en público, critica la lentitud, inventa nuevas acciones. Demuestra ante todos que él no fue el causante del problema sino que su ineficiente funcionario “tenía la luna” y debe regañársele en público para que aprenda. De igual forma Chávez utiliza con enorme frecuencia la venta de ilusiones sobre las cosas maravillosas y sorprendentes que le sucederán a este pueblo elegido por la providencia. Esta táctica busca mantener a la opinión pública distraída con anuncios no esperados o curiosos, dejando al segundo plano informativo los problemas cotidianos.  Saca la espada de Bolívar y hace soñar que vamos enderezando entuertos como nuevos Quijotes. Habla del mito del autoabastecimiento alimentario, de la integración del Sur, de los hermanos del Caribe, del eje Orinoco-Apure, de las cooperativas, del trueque en vez del dinero, de los gallineros verticales, de los huertos , del satélite que vamos a tener, del puente túnel para Maracaibo, del Che, de la invasión y la guerra asimétrica, de los fusiles, del potencial turístico, del potencial industrial, de trabajo digno para todos, de la eliminación de la pobreza y muchísimos otros etcéteras. Bien decía Goethe, “Hay quienes siempre hablan de lo que piensan hacer, los que de verdad hacen algo no tienen tiempo de hablar”.

            Chávez lucha, usando tácticas, por mantenerse alejado y sin culpa de los pésimos resultados de su gobierno, pero la ola sucia ya se le viene encima al no poder ocultar su inmensa responsabilidad (originaria) en todos estos desastres. El cuento de “yo no fui” se le acaba en la misma sabiduría de otro dicho popular. “La primera vez que me engañes la culpa será tuya; la segunda vez, la culpa será mía”.


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